Gaspar Zarrías Arévalo

Zarrías presenta el Estatuto como el “oasis” de cohesión y estabilidad del Estado

Sensatez, generosidad y valentía son los ingredientes con los que, según el consejero de la Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías, se ha cocinado un “ambicioso” Estatuto de autonomía que, no sólo ahonda en el desarrollo de la región, sino que coloca a Andalucía como el “eje de equilibrio” y el “centro” de la política nacional. El Foro Joly, que se celebró en Granada bajo el patrocinio del Grupo Sando, fue el escenario en
el que el número dos del Gobierno andaluz trató de acercar a la opinión pública uno de los asuntos de
mayor actualidad de la comunidad y del Estado, el sistema territorial que configuran las reformas de los estatutos de autonomía.

El consejero de la Presidencia centró su intervención en el dobleobjetivo conseguido por el Estatuto de Andalucía: “una reforma autonómica ambiciosa, de gran calado y que eleva sustancialmente el nivel de autogobierno”. Y hacerlo “construyendo Estado”, es decir, “España ya no se rompe”. Tras el duro y polémico proceso de reforma que sufrió el Estatuto de Cataluña, Zarrías evidenció el “efecto balsámico” del “primer
gran pacto en todo este proceso”, que ha generado el texto andaluz “sobre uno de los debates más ásperos, confusos e inquietantes de la política española de los últimos tiempos”. El gran pacto andaluz ha convertido a la comunidad en el “oasis de estabilidad, de cohesión interna y de saber hacer, de influencia suave pero efectiva en la configuración de Estado, que no estaba en el Nordeste, sino en el Sur”, enfatizó el
consejero de la Presidencia, que resaltó con pasión el recientemente adquirido “peso específico” de Andalucía en la política nacional. Lo que no tuvo tan claro Zarrías fue cómo se podrán conciliar en el futuro las inversiones en infraestructuras que consagran los estatutos de Cataluña y el de Andalucía, así como el bilateralismo que parece haberse adueñado de las negociaciones para la financiación de las autonomías. El consejero reconoció que este asunto “no va a ser sencillo”, pero apostó por “romper el bilateralismo” y
reconducir la discusión sobre inversiones y financiación en un acuerdo multilateral.

Pero para Zarrías, éste es el momento de pensar en “explotar el éxito” alcanzado con el Estatuto de Andalucía y tratar de forjar una “nueva cultura política” como proyecto común de la sociedad y de todas las fuerzas políticas. De ahí, que durante su discurso sacara a relucir la oferta de pactos que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha ofrecido al resto de fuerzas políticas, “temas vitales, de gran trascendencia para el futuro y que tengo la esperanza de que, al calor del acuerdo estatutario, sea posible llegar”. Educación, inmigración, gestión del agua, aplicación de la Ley de Dependencia y el modelo televisión pública, “cinco cuestiones de calado” con las que Zarrías espera romper la actitud del “negacionismo” del PP, que se “pone de espaldas al cambio espectacular de la sociedad andaluza”.

El consejero de la Presidencia aconsejó a los populares andaluces cómo convertirse “en una alternativa creíble”, reconciliándose con la “realidad andaluza”, que describió con una larga retahíla de buenos datos económicos de todo tipo de organismos para la comunidad autónoma. Los catorce años ininterrumpidos de crecimiento económico, la convergencia con la renta per cápita de la Unión Europea, el ser una de las 16 regiones para las Cámaras de Comercio Europeas con previsiones más favorables para los negocios o ser la segunda región industrial de España son para Zarrías datos suficientes para “cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos”. “Todo esto significa –resaltó el consejero de Presidencia– que hemos pasado de la resignación vital y el fatalismo histórico al optimismo y a una nueva confianza andaluza” basada, además de en las políticas públicas, “en la complicidad” con el mundo empresarial y sindical que ha creado “un auténtico lobby andaluz”.

Por esta unión fue por la que Zarrías pidió a estos mismos sectores sociales su participación para alentar el voto en el referéndum del Estatuto de Andalucía, del que prefirió no arriesgar un porcentaje mínimo de votantes. Lo que sí confirmó el responsable autonómico es que Chaves ha pedido Zapatero que le delegue la capacidad de convocatoria del referéndum, que se celebrará a finales de febrero.