Ramón Jaúregui
“España ha hecho tantas cosas en 30 años que volverá a renacer”
El diputado socialista asume que el país sorteará la crisis si el esfuerzo inversor del Estado, que alcanzará un déficit del 4%“porque puede permitírselo”, se traduce en un descenso del paro.
Frente a la depresión, optimismo. Lo dice Ramón Jáuregui, secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, y se nota que se lo cree. Queda pocos como él, viejo lobo de la escuela política que premiaba el esfuerzo y la erudición. El dirigente vasco acudió ayer a Huelva para participar en otra edición del Foro Joly que patrocina Fertiberia con un título genérico –retos de un tiempo nuevo– para un discurso ambicioso
donde la economía se impuso, por el contundente peso de las circunstancias, a la habitual palabrería
política. “Tengo la sensación de que hemos cubierto 30 años tan extraordinarios que la confianza en nuestra industria debe ser grande.
Tenemos dirigentes empresariales tan buenos como los mejores del mundo. Estoy seguro de que España volverá a renacer”, subrayó. Para salir del atolladero hay que aprender sobre la marcha. Y las enseñanzas derivadas del desplome estadounidense y por extensión mundial deberían llevar a la comunidad internacional, según Jáuregui, a olvidarse por finy para siempre de aquella mano invisible de Adam Smith –ay, la economía de mercado– para entregarse a “una apuesta neokeynesiana que fomente el consumo no sólo con desgravaciones fiscales sino con una fortísima inversión pública en infraestructuras, I+D y educación”. Nadie discute ya que el regreso a una economía más o menos mixta es inexcusable. El Gobierno, dijo el socialista, lo sabe y procura ser consecuente. Por eso aplica una fórmula evidente cuya eficacia aún debe avalar el paso del tiempo. “Los planes macroeconómicos del país supondrán pasar de un superávit del 2% a un déficit del
4%”, advirtió. ¿Por qué? “Vamos a hacerlo, vamos a meter todo lo que tenemos para salir del hoyo.Teníamos la deuda pública acumulada más baja de Europa (un 38%del PIB) y ahoramaterializaremos una inyección enorme. Este país se ha tirado a la piscina de la recuperación económica”. La tesis respeta la esencia de los consejos ofrecidos por el reciente premio Nobel Paul Krugman para curar al enfermo, así que no debe ser tan mala.
En este contexto se enmarca el plan anunciado el jueves por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que movilizará 11.000 millones para crear 300.000 empleos. El anuncio es como mínimo reconfortante cuando el paro, lastre endémico en España, amenaza con volver por sus fueros. “El desempleo es la primera urgencia”, concedió Jáuregui. “Junto a la enorme cantidad de problemas en la escala global, vivimos aquí el paro de formamucho más grave porque España ha padecido un paro estructural desde siempre,
con unos y otros gobiernos, y sabemos que otra vez va a crecer mucho y va a causar inconvenientes gravísimos”. Tocar el tema sin referirse a la “burbuja inmobiliaria” era misión imposible:una vez más quedó constancia de cuál es la raíz de la singularidad patria en esta crisis, a la que el diputado vasco añadió otros factores. Ahí está el eterno talón de Aquiles de la competitividad, la productividad, el absentismo laboral, los
costes energéticos y la dependencia del suministro exterior.
En el tramo final de su intervención, Jáuregui se acordó del asunto territorial, de vuelta a los focos tras un extenso reportaje del semanario británico The Economist que por cierto enervó sin demasiados motivos a la Generalitat –el título de artículo demuestra la sobria lucidez del periodismo anglosajón: Spain, the party’s
over [España, se acabó la fiesta]–. “Es cierto que la configuración territorial es un problema latente, pero a comienzos de año arreglaremos la financiación autonómica y a lo largo de la legislatura culminaremos las reformas estatutarias”, admitió. “El debate sobre si nuestro país es gobernable existe, no lo dudo; aunque yo leí The Economist y también se decía que España se ha beneficiado muchísimo de la competencia interna derivada de su modelo de Estado. Yo comparto esa reflexión absolutamente. Nunca se habían acercado tanto antes las comunidades en renta”, valoró. “¿Funciona elmodelo? Sí. ¿Seguiremos discutiendo? También. España es así”. Desde luego. Es así. Por eso es inviable despegarse la pegatina de la identidad y sus ramificaciones:
el idioma es la principal. “No hay que ser extremistas; cuando el modelo educativo no se basa en la lengua de los padres, se produce cierta problemática, pero resolver la cuestión no es tan fácil porque las comunidades autónomas tienenque evitar los guetos y Galicia, Cataluña o Euskadi pueden determinar que la lengua
vehicular sea la vernácula para que los niños sean verdaderamente bilingües. Así aseguras la supervivencia del idioma minoritario y a mí esome parece bueno porque significa buscar razonablemente el bilingüismo”, reflexionó Jáuregui.
Aunque aún no hay fecha para las elecciones vascas de 2009, el ex secretario general del PSE traza el esquema de las dos grandes hipótesis. “El hecho de que por primera vez las fuerzas constitucionalistas puedan sumar más que los nacionalistas abre expectativas. Si Patxi López gana, el PP tendrá que decidirse.
La otra opción es que gane el PNV y deba buscar unas alianzas en las que podría estar el PSE”, señaló.