Coloquio

SITUACIÓN POLÍTICA ESPAÑOLA

Monteiro evitó posicionarse, ante preguntas del público, sobre asuntos de la vida política española, como el papel de la Iglesia en la solución del problema terrorista en el País Vasco o el referéndum convocado por el presidente Ibarretxe. “Ningún agente diplomático se debe pronunciar sobre asuntos de política interna de un
país”. El nuncio sí dejó claro que los creyentes y los obispos tienen toda la capacidad legítima para actuar ante asuntos tan diversos como la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la canonización de mártires de la Guerra Civil, proceso que desligó del actual debate sobre la memoria histórica, ya que “los trabajos para declararmártires a estas personas no empezaron ayer, llevan muchos años de trayectoria detrás”.

FAMILIA REAL ESPAÑOLA

El nuncio apostólico sí echó, sorprendentemente –a tenor de la contención del tono de su intervención–, su pequeño cuarto a espadas en el coloquio del Foro en favor de la Familia Real española. La pregunta fue planteada desde el público participante en el evento en el contexto de las críticas a la Monarquía emitidas
desde medios de comunicación donde la Iglesia católica es accionista y en la reciente petición de algunos miembros de la jerarquía de que se rece por la Familia Real. Monteiro confesó su “admiración” por el trabajo de los Reyes. El nuncio precisó que este reconocimiento “no se da sólo en España, sino también fuera, especialmente en Europa. Los Reyes –dijo Monteiro– son admirados por su trabajo y su dedicación”. Este prestigio de la Familia Real española, según este alto representante de la diplomacia católica, se ha ido demostrando en los viajes de los Reyes fuera del país. Así, Monteiro puso el ejemplo de Vietnam, país que conoce por experiencia directa como miembro del cuerpo diplomático vaticano: “Recuerdo cuando la Reina visitó aquel país, a qué zonas viajó, lo que hizo. Puedo decir –dijo el nuncio– que las relaciones con aquel país [en alusión a los puntos de vista de Vietnam sobre la Iglesia], han mejorado mucho. Y eso es gracias al trabajo de los Reyes”. Monteiro dijo además que “todos debemos admirar a esa familia y pedir al Señor que nos dé muchos como ellos”.

LEGADO DEL CONCILIO VATICANO II

El nuncio elogió además el nivel de la formación teológica y canónica alcanzada en España desde el Concilio Vaticano II. Al responder a una pregunta relacionada con la asunción del legado de aquel concilio ecuménico entre la comunidad católica española, Monseñor Monteiro explicó que “si comparamos la situación de España con el resto del mundo, este país destaca, porque está entre los primeros en este aspecto”. El nuncio mencionó el alto nivel de las publicaciones teológicas en España y la valía de los expertos españoles, no sólo dentro de la estructura jerárquica, ya que “hay gente muy bien formada, seglares con una honda preocupación teológica y espiritual”, que hablarían a favor de la profundidad del calado delmensaje del Concilio Vaticano II entre los miembros de la comunidad católica española de comienzos del siglo XXI. Monteiro reconoció, sin embargo, que no puede existir un gobierno de los laicos en la Iglesia, “porque Jesucristo fundó una sociedad de carácter jerárquico”.