Rodrigo Rato, Presidente del Fondo Monetario Internacional
Rodrigo Rato: “Vivimos ahora el mejor momento de la economía mundial”
El director del FMI pide que se mantengan “los aciertos del pasado” y considera que el crecimiento económico en España es “sostenido e intenso”
Rodrigo Rato, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), mantuvo ayer en Cádiz que la
economía mundial pasa por “el mejor momento vivido en las dos últimas generaciones”, un “gran momento” que se traduce en un crecimiento sostenido capaz de encajar los altos precios del petróleo y los sustanciales
cambios monetarios ocurridos, por ejemplo, en Europa. Lo que propuso Rato en el Foro de Cádiz –organizado por la Caja de Ahorros El Monte, el Casino Gaditano y Diario de Cádiz– fue cómo prolongar este ciclo expansivo de escasos precedentes, y para ello no recurrió a los errores del pasado, sino a los aciertos, un conjunto de medidas que se ajusta al recetario clásico de las políticas macroeconómicas sanas. A saber: control de la inflación, independencia de los bancos centrales a la hora de manejar los tipos de interés, reducción del déficit público y, en el caso de Europa, ahorro, mucho más ahorro de las cuentas públicas, para mantener a una sociedad envejecida. “El crecimiento
mundial no resuelve los problemas de todos los ciudadanos –dijo un Rato consciente de la simpleza con que algunas veces se ve el mundo a través de los datos macroeconómicos–, pero sin crecimiento no hay soluciones”. “Vivimos un momento inigualable, pero estos momentos no son eternos, se acaban, y es el momento de consolidar este crecimiento, y para ello hay que aprender de los errores y los aciertos del pasado, pero sobre todos de los aciertos: se ha acertado en el control de la inflación, en la independencia y funcionamiento de los bancos centrales, en las reformas estructurales acompañadas (no sólo las del mercado laboral), en el control del déficit público. Ahora es el momento de poner estos aciertos encima de la mesa”.
Rodrigo Rato, que se inició en política al obtener un escaño por Cádiz al Congreso de los Diputados en
1982 y que ocupó durante las dos legislaturas del Gobierno del PP el Ministerio de Economía y una vicepresidencia, se abstuvo de realizar recomendaciones sobre la economía española, aunque sí centró buena parte de su intervenciónen los riesgos de la europea. Y es que para el FMI, Europa, junto a India, China, Japón y otros países asiáticos están llamados a tomar el relevo de la economía norteamericana en momentos inciertos para Estados Unidos a causa de su tremendo déficit comercial y la caída del consumo, provocada por la crisis del sector de la construcción. Rato admitió que aún desconoce si la economía estadounidense se aproxima a un bache o a un descalabro, aunque a la Unión Europea sí advirtió que debe incrementar sus políticas fiscales y prepararse para mantener a una población envejecida. Según los cálculos del FMI, el envejecimiento demográfico europeo provocará un aumento del gasto público de 3,5 por ciento del PIB en el año 2020 para lo cual habrá que comenzar a reducir déficits públicos a razón de medio punto por año. Para afrontar un gasto como éste, “no hay espacios fiscales –señaló Rato–, ningún país lo puede conseguir de golpe, pero aún nos quedan 20 ó 16 años”. Por ello, urgió a los Gobiernos europeos a aumentar la recaudación fiscal ahora que se viv en momentos expansivos.
Pero no fue ésa la única recomendación del director gerente del FMI: también insistió en la necesidad de
desregular mercados, y no sólo el laboral, ya que esta medida aislada, según Rato, no provoca un crecimiento general, sino sólo el aumento de los excedentes de las empresas. Por ello, abogó por una desregularización “económica y social”, pero puso el acento en el mercado financiero. Y es que la mitad de la diferencia de competitividad entre Europa y Estados Unidos reside, según Rato, en la alta competitividad
que mantienen los bancos norteamericanos respecto a los del Viejo Continente. Si se prevé que el crecimiento mundial de este año se cierre en torno al 5 por ciento y una cifra similar para el 2007, el FMI augura un incremento del 2 por ciento para la zona euro, de ahí la necesidad según Rato demejorar el potencial de crecimiento europeo.
Y es que si en algo incidió el director gerente del FMI es en la necesidad de que Europa y los países asiáticos
puedan enjugar la posible crisis económica de Estados Unidos, un país al que aconsejó fomentar el ahorro.
El déficit comercial norteamericano es monumental, del 6,5 por ciento de su PIB nacional, una solución solventada por los flujos financieros internacionales que van a parar al país de un dólar, de momento, muy estable.
COLOQUIO
“¿Será presidente del Gobierno?” Respuesta: “Muy buenas tardes”
Con la experiencia que dan los años, Rodrigo Rato supo esquivar con habilidad las preguntas directamente
relacionadas con la economía y la política nacional que se le hicieron durante el coloquio que cerró su presencia en el Foro de Cádiz. Las preguntas fueron presentadas por el público y planteadas por el director de Diario de Cádiz, José Joaquín León. El director gerente del Fondo Monetario Internacional dejó en
el aire la posibilidad de una presencia suya más activa en la política nacional.
“¿Le gustaría ser presidente del Gobierno más adelante?”, se le inquirió, a lo que Rodrigo Rato respondió con rapidez mientras que abandonada el escenario: “Muy buenas tardes”. Risas del público, que se quedó con las
ganas de saber lo que de verdad piensa o pretende en este asunto.
Algo más extenso, pero no menos vaticano, fue a la hora de responder sobre la actual situación económica
de España. La cuestión tenía su maldad, ya que le preguntaron también si la situación hoy era mejor que durante su etapa como vicepresidente económico con Aznar. Aquí Rato utilizó las últimas estadísticas del FMI y los análisis sobre España realizados por este organismo internacional: “Mi opinión es la del FMI. El último análisis data de la primavera de 2006, con un crecimiento sostenido, intenso y con dos o tres consejos básicos al Gobierno (de José Luis Rodríguez Zapatero)”. Así, las recomendaciones se centran en la necesidad de utilizar la política presupuestaria de una manera más activa para equilibrar la política monetaria; aprovechar las reformas para mejorar la competitividad de la economía nacional y aprovechar la buena situación actual para afrontar los problemas futuros que puede provocar el paulatino envejecimiento de la población.
En su línea de no entrar, o por lo menos no profundizar, en asuntos de la vida nacional, Rodrigo Rato, durante años diputado del Partido Popular por Cádiz y buen conocedor de la realidad gaditana, reconoció que no era capaz de “pronunciarse” cuando se le preguntó sobre posibles recetas para que la provincia gaditana deje de estar en la cola del paro en España.
El director gerente del FMI no tuvo mayores problemas a la hora de explayarse en las respuestas a preguntas cuyo ámbito de interés iban más allá del territorio nacional y se metían de lleno en la economía global.
Primero le preguntaron sobre la importancia de China e India en la economía mundial. Rato, con un lenguaje de profesor de bachillerato: lento y claro, destacó la evolución que en los últimos veinte años ha experimentado la primera de estas potencias. Aunque mantiene una renta per capita muy limitada, China tiene cada vez “una fuerza muy importante”, convirtiéndose en una auténtico elemento dinamizador tras experimentar una transformación tan profunda que la ha convertido en el segundo socio comercial de Estados Unidos y Europa. No obstante asumió que este potencial económico, con una mano de obra barata, provoca tensiones por la competencia que produce en sectores como el textil.
El precio del petróleo y el impacto en la economía fueron otras de las preocupaciones del público asistente al Foro. Aquí resaltó Rato que la incidencia de las subidas en la economía ha sido menor que en la crisis de la década de los setenta ya que en este caso se ha debido a un aumento de la demanda. En todo caso, el director gerente del FMI consideró necesario un aumento en las inversiones de las refinerías “incrementando su capacidad tanto en Estados Unidos como en Europa”, a la vez que pidió una “adecuación de los precios internos a la realidad”.