Fernando Moraleda, Secretario de Estado de Comunicación

“El Gobierno debe ser discreto al informar sobre el terrorismo”

Fernando Moraleda afirma que su política de Comunicación se basa en el diálogo

Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicación, saludó ayer a sus “viejos y renovados amigos deFernando Moraleda durante su intervención Cádiz” poco antes de comparar la nueva política de comunicación que él dirige y que “promueve los valores del diálogo la cooperación y el acuerdo social” con la “vieja comunicación”, que desarrolló el anterior gobierno del Partido Popular y se basaba en intentar convencer con “la verdad única y la repetición infinita del eslogan”. Fernando Moraleda Quílez dio ayer una conferencia titulada Principios para una nueva comunicación pública que cerró el curso 2006- 2007 del Foro de Cádiz, el ámbito de debate patrocinado por Cajasol, el Casino Gaditano y Diario de Cádiz. La ocasión fue propicia para reunir a numerosos representantes de la política provincial y autonómica. El conferenciante fue presentado por Gaspar Zarrías, consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía.

El responsable de transmitir lo mejor posible a los españoles las ideas y la política del Gobierno de Zapatero se dedicó durante toda su intervención a realizar una comparación constante entre la “nueva y progresista comunicación” y la “vieja”. Empezó Moraleda queriendo situar al auditorio en lo que él llamó “auténtica revolución en la manera de comunicarnos”, y relatando las consecuencias de la masiva información que recibimos diariamente, a través no ya de “grandes diarios quemarcaban la pauta y la opinión” sino de nuevos y accesibles medios como los móviles, la televisión por teléfono, los diarios y revistas gratuitos, los blogs, e incluso en la posibilidad de vivir una segunda vida virtual.

El secretario de Estado indicó que las consecuencias son varias, como la devaluación de la palabra, la globalización de losmedios y la confusión entre humor e información seria. Moraleda se malicia que estas

consecuencias se “acentuarán en el futuro”, y destacó que con la“nueva comunicación pública” llevada a cabo por el Gobierno, “hemos recuperado el valor de la palabra, porque los ciudadanosmerecen un respeto y por eso hemos pedido tiempo y espacio para explicar aspectos complejos”. Moraleda está convencido de que la sociedad española organizada “se comporta de manera racional”, y por eso dijo que “no hemos querido subyugar a los medios de comunicación, ni públicos ni privados, promovemos la independencia y el
pluralismo, que es la base esencial de la reforma de la RTVE, por ejemplo”, principios estos que contrastan,
dijo, con la “vieja comunicación que censura, impone contenidos, se implica y purga periodistas”.

Insistió en sus críticas hacia el PP, asegurando que la “vieja” comunicación supone que el Gobierno “siempre tiene la razón, y si no la tiene, lo oculta o lo enmascara”. En este punto, quiso poner como mal ejemplo el del enorme gasto en propaganda de la Comunidad de Madrid, “pero la propaganda no ha sido determinante para la mayoría absoluta que el PP ha logrado allí”. Para Moraleda, en su idea de la nueva comunicación tan repetida, resulta “fundamental estar dispuesto a rectificar, pero no como un síntoma de debilidad, sino de fortaleza moral”. Volvió a Madrid para calificarla de “olla a presión en términos mediáticos”, que está sufriendo una concepción digna de rechazo: “La idea de una parte de la derecha, que piensa que ellos están mejor dotados que otros para gobernar”. Por eso, el hombre que recuerda a Zapatero en su forma de hablar criticó el patriotismo “sólo de los símbolos” y se sorprendió de que este grupo “hable de patriotismo cuando
insultan al presidente del Gobierno, hablan mal del país en el extranjero y agitan fantasmas del pasado». Él prefiere el patriotismo que “se practica sirviendo todos los días a los ciudadanos”.

COLOQUIO

“La propaganda la usan los gobernantes mediocres”

La presencia en el Foro de Cádiz del secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, despertó gran interés entre los asistentes, provocando un coloquio más ameno e intenso en preguntas que en ocasiones anteriores, conducido por el director de Diario de Cádiz, José Joaquín León. La política en materia de terrorismo, después del anuncio del fin de la tregua por parte de ETA, y la  celebración de las pasadas elecciones centraron la mayor parte de esta segunda parte de la intervención de Moraleda, que se extendió
durante un cuarto de hora.

Sobre el terrorismo, el secretariado de Estado de Comunicación quiso dejar claro que “discreción y
cooperación de las fuerzas políticas e internacionales es imprescindible” en el proceso de paz, “como nos ha enseñado las anteriores etapas de negociación y en los procesos seguidos en otros países”. Con estas palabras, Moraleda respondía sobre la percepción de la opinión pública de que el Gobierno no ha informado puntualmente sobre el proceso de paz mantenido con la organización terrorista en los últimos meses. Comentaba, además, que la discreción se debe sobre todo “a preservar la vida de algunas personas por encima del interés informativo”.

Siguiendo con la información ofrecida durante el proceso de paz, Moraleda dijo que no ha existido ninguna política de comunicación en estos meses, por lo que no habrá cambios una vez anunciada la ruptura. “El Gobierno ha desvelado más por la demanda de los medios que por una actitud proactiva acerca del proceso de paz”, comentó.

Llegado a este punto, Moraleda hizo una reflexión sobre el papel de los medios de comunicación y el comportamiento que han venido manteniendo en torno a este proceso, para lo cual propone que en el futuro se realice un estudio para comparar “la actitud de los medios en las distintas etapas que ha tenido este país en la lucha contra  el terrorismo”, aunque quiso dejar claro que en absoluto estaba “añadiendo ni restando responsabilidad a los medios”.

Del terrorismo, la política de comunicación seguida en el proceso de paz por el Gobierno y el papel desempeñado por los medios se pasó a abordar las distintas políticas de comunicación que se han utilizado en las pasadas elecciones municipales, alabando la campaña realizada por el alcalde de Parla, el más votado en estas elecciones y que podría ser el sustituto de Simancas a la comunidad autónomade Madrid.

Precisamente, sobre la derrota del Partido Socialista en Madrid y en Cádiz a manos del PP,Moraleda fue preguntado por si funcionaba la propaganda de “descalificaciones e insultos” que se había utilizado
y que ha favorecido a los populares. Para Moraleda, “quien crea que con propaganda puede gobernar,
no se considera a sí mismo, son gobernantes mediocres”.

Y siguiendo con esta línea del coloquio, el secretario de Estado de Comunicación comentó que una de las soluciones para la propaganda de los partidos no estaba en limitar las partidas presupuestarias, como indicaba alguno, sino “los contenidos”. En este sentido, comentó que había que gastar dinero, “y mucho”, en campañas para la prevención de accidentes, del consumo de alcohol de menores o para evitar el maltrato a las mujeres, “pero no tenemos ningún derecho a gastarnos un solo euro para elogiar la política del Gobierno”, aseveró.

Hasta diez preguntas tuvo que responder Fernando Moraleda en el Casino Gaditano. No es de extrañar,
por tanto, que algunas fueran dirigidas en un tono más distendido, como la que le formularon sobre la cercanía de su trabajo con el que se aprecia en la serie de televisión El ala Oeste de la Casa Blanca, con la que dijo tener puntos en común (estado presidencialista y trabajo en equipo) y puntos diferenciadores (los periodistas son distintos a los americanos, “para bien”, puntualizó). Moraleda concluyó su intervención en el
Foro de Cádiz confesando que “nunca escribiré un libro sobre mi etapa en La Moncloa”